18 de Junio 2013 ¿UN HOMBRE
COMO YO HA DE HUIR? NEHEMÍAS 6:11
DECLARO QUE AUNQUE TODO VAYA MAL NUNCA VOY A
HUIR
Ya que fui destinado por Dios a
conquistar reinos, hacer justicia, alcanzar promesas, tapar bocas de leones,
apagar fuegos impetuosos, evitar filo de espada, sacar fuerzas de debilidad,
ser fuertes en batallas, poner en fuga ejércitos extranjeros. No abandonaré
por nada la obra que Él me ha encomendado, seré fuerte, estaré quieto en
descanso, en reposo, en quietud, y confianza porque Dios abogará mi causa y
proveerá alguna cosa mejor para nosotros.
DECLARO QUE AUNQUE TODO VAYA MAL NUNCA VOY A
HUIR
Dios me escogió desde la entrañas de
mi madre para tomar su mano derecha, para sujetar naciones delante de Él y
desatar lomos de reyes; para abrir delante de Él puertas, y las puertas no se
cerrarán: y me dijo confía en mí porque Yo iré delante de ti, y enderezaré
los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré
pedazos; y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados,
para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo
nombre. Creo fielmente esta palabra y nadie me moverá de ella. Isaías 45
DECLARO QUE AUNQUE TODO VAYA MAL NUNCA VOY A
HUIR
Aunque la fuerza
se me agote, los años de mi peregrinar en la tierra, debiliten mi visión, me
roben movilidad, no me debilitaré en la
fe al ver mi cuerpo, cansado por las pruebas, los desiertos, el trato de los
hombres, porque Dios dirá de mí. “Estás
envejeciendo y todavía queda mucha tierra por conquistar. Aún falta mucha de tu familia,
darle herencia a tus hijos, dejarlos cerca del arca de Dios, mira a tu alrededor
porque te falta arrebatar el botín de tu heredad, sujetar al hombre fuerte y
quitarle todos los tesoros que posee”. Recibo la palabra que dice, »Yo mismo
iré expulsando a esos pueblos de la tierra del paso de los israelitas. Así que
asegúrate de darle esta tierra a Israel como una preciada posesión, tal como te
lo ordené. Incluye todo este territorio como
posesión de Israel ». Josué 13
DECLARO QUE AUNQUE TODO VAYA MAL NUNCA VOY A
HUIR
El Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en
las alturas me hace andar. Por esta promesa miro la realidad,
entrar de lleno en los propósitos de Dios. Sé que podré pasar por rudas pruebas
como pobreza y hambre, pero pudo bajar hasta estas profundidades sin resbalar
porque el Señor me sostendrá. P Él me
prestará las fuerzas. Él mismo será mi fortaleza. El Señor asegura mis pies.
Las ciervas brincan sobre las rocas y peñascos sin perder el equilibrio.
Nuestro Señor me dará gracia para seguir los senderos más difíciles sin dar un solo paso en falso. ¡Oh, cuán
hermosos son los pies de la fe, con los cuales, como el ciervo de la mañana,
subiremos al monte del Eterno! Hoy sé que tengo la hermosa oportunidad de tener
pies como de cierva para ir a las alturas con Él amado de mi alma. Habacuc 3:19.
DECLARO QUE AUNQUE TODO VAYA MAL NUNCA VOY A
HUIR
Dios me ha puesto hoy como ciudad fortificada, como
columna de hierro y como muro de bronce contra toda esta tierra: contra los
reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes y el pueblo de la tierra. Tomo y
arrebato la palabra, que dice “Tú, pues,
ciñe tus lomos, levántate y diles todo lo que yo te mandé. No temas ante ellos,
no sea que yo te infunda temor delante de ellos. Pelearán contra ti, pero no te
vencerán, porque yo estoy contigo”-declara el Señor para librarte. “Te he
puesto como observador y como examinador entre mi pueblo, para que
conozcas y examines su conducta Y te pondré para este pueblo por muralla de
bronce inexpugnable; lucharán contra ti, pero no te vencerán, porque contigo
estoy yo para salvarte y librarte”. Por la unción de mi ministerio, el amor de
Dios hacia mi, y el respaldo divino, pondrá un grupo de guerreros intercesores,
hombres de corazón, valiente, para que me cuiden y no permitirá que nadie me
haga daño. Y diré “Yo, en cambio, estoy lleno de poder, del Espíritu del Señor,
y de juicio y de valor, para dar a conocer al mundo su rebelión, y su pecado.”
Jeremías 1
DECLARO QUE AUNQUE TODO VAYA MAL NUNCA VOY A
HUIR
Cuando ya ha pasado la tormenta, las
aguas disminuyen, los viento se calman, el desierto florece, mis enemigos están
en paz conmigo, he dejado de recoger rastro y mendigar de las pajas que caen al
suelo, no he de huir porque en la mesa del rey comeré, vestiré de lino y de
seda, me perfumaré con las mejores fragancias, y sobre todo me preparo para la
culminación de los minutos, años, meses, de aflicción. El Señor aumentará y
duplicará todas las cosas que eran mías por amor a su nombre, y vendrán a mi
todos mis hermanos y hermanas, y todos los que antes me habían conocido, y
comerán pan en mi casa, y me consolarán de todo aquel mal que Dios
permitió sobre mí; y cada uno de ellos
me traerá una porción de dinero y un
anillo de oro. Y se acordará Dios de mí para bendecir mi postrer estado
más que el primero. Amen
DECLARO QUE AUNQUE TODO VAYA MAL NUNCA VOY A
HUIR Porque
tengo la gracia de suplicarte Señor, que acojas la oración que elevo a ti desde
la ciudad de mi exilio, tierra de aflicción y dolor, en la tierra de las
naciones. Mi corazón ha dicho : Alcémonos pronto, en la mañana, busquemos en
Las Sagradas Escrituras y veamos si ha llegado el tiempo de la redención, el
tiempo de ser rescatados de la esclavitud y la dura servidumbre; veamos si ha
llegado el tiempo para subir al lugar santísimo donde habita su gloria y allí
alabar al Señor, nuestro Dios. El me invitará a salir al campo en la madrugada
para descubrir los signos de la primavera; a recorrer los senderos de los
prados perfumados por el brotar de la vida. Apenas despunte la aurora
recorrerán las viñas, que están echando sus yemas. Con la mirada saltarán de las
flores a los granados, símbolo del amor y la fecundidad. El áspero aroma de las
mandrágoras mantendrá despierto el amor. Todo será una invitación al amor:
“Allí te daré mi amor”, los frutos exquisitos del corazón: frutos frescos y
fragantes y también frutos conservados de la estación anterior: “Comerán de
cosechas almacenadas y sacarán lo almacenado para hacer sitio a lo nuevo”
(Levítico 26,10). El me dirá Levántate, ven, asamblea de los justos, amada mía
desde el principio. ¡Parte! ¡Sal de la esclavitud de Egipto! ¡Mira! El invierno
ha pasado, han cesado ya las lluvias y se han ido. El tiempo de la esclavitud,
que es como el invierno, se ha acabado; y el dominio egipcio, que es como la
lluvia incesante, ha pasado y se ha ido; ya no lo veréis nunca más (Ex 14,13).
Aparecen las flores en la tierra, el tiempo de las canciones ha llegado, el
arrullo de la tórtola se deja oír en nuestra tierra. Moisés y Aarón, que son
como las flores de la palma, han aparecido para obrar prodigios en la tierra de
Egipto (Ex 4,29s). El tiempo de la poda de los primogénitos ha llegado. Y la
voz del Espíritu, arrullo de la paloma, anuncia la redención de que hablé a
Abraham; ya llega a su cumplimiento. Ahora me complazco en hacer lo que juré
con mi palabra dice el Señor el santo de Israel.
DECLARO QUE AUNQUE TODO VAYA MAL NUNCA VOY A
HUIR
Cuando el
propósito de Dios no se haya cumplido en mi vida todavía, y no haya visto la
tierra prometida para mi familia y generaciones, ni el crecimiento de la
semilla que por años he sembrado, ni la caída, uno por uno, de los que sin
misericordia me hicieron la guerra para destruirme, con ánimo me levantaré de esa cama, me
pararé, pondré mis pies sobre la tierra y afirmaré mi fe, no me quedaré
postrado porque de mí se dirá esta palabra “el pavor de Dios cayó sobre todos
los reinos de aquella tierra, cuando oyeron que Jehová había peleado contra los
enemigos de Israel. Mañana descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán
por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de
Jeruel. No habrá para qué peleéis vosotros en este caso: paraos, estad
quedos, y ved la salvación del Señor con vosotros. Y cuando comenzaron a
entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab, y
del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se
mataron los unos a los otros: y vendrás tú con toda tu familia a
despojarlos, hallarás entre los cadáveres muchas riquezas, así vestidos como
alhajas preciosas, que tomarás para tí, tantos, que no los podrás llevar: tres días
estarás recogiendo el botín, porque será mucho, por esto llamaron el nombre de
aquel paraje el valle de Beraca, lugar de bendición hasta hoy.”
DECLARO QUE AUNQUE TODO VAYA
MAL NUNCA VOY A HUIR
Los débiles de carácter, antes de actuar consultan
a alguien para no equivocarse, sin darse cuenta que eligen mal a sus consejeros
para que les digan lo que quieren oír. El miedo
y la culpa son las emociones que definen a un débil de carácter. Una persona de carácter
fuerte y confianza en Dios también tiene miedo, la diferencia es la forma en
que enfrenta sus miedos. No huye ni se paraliza, enfrenta las situaciones de riesgo con audacia y las resuelve con la gracia de Dios y creativamente de una manera
superior. Dios me dice hoy “Levántate y resplandece porque
es hora de recoger la cosecha, de trillar los campos llenos de trigo y
almacenar en graneros generacionales el fruto de abundancia.” Me levantaré para
recibir la bendición de mi cosecha y ésta puede ser de la manera en que más la
necesite, en el trabajo, en mi casa,
en mi vida sentimental, en mis negocios. Dios siempre sabe que necesito y en eso Él me
suplirá y me sorprenderá.
DECLARO QUE AUNQUE TODO VAYA MAL NUNCA VOY A
HUIR
Solo haré los cambios que tenga que hacer en
mi vida, para que los ambientes de mi entorno cedan delante de mí, hasta que
tome el control total de todas las situaciones que no pueda manejar, no olvido
que aquello que decimos afecta radicalmente la calidad
de nuestras vidas y nuestra habilidad para hacer cosas efectivamente. Somos lo que pensamos y decimos. Si
nuestro discurso interior es negativo pues eso somos, seres pesimistas
irradiando energía negativa. Por el contrario, si nuestro discurso interior es
positivo somos seres que creamos y emanamos energía positiva. El pensamiento positivo y el
pensamiento negativo son semillas. Siembro ideas y sentimientos positivos en la
mente y recogeré acciones positivas. La
gente de espíritu negativo va llena de comentarios derrotistas, repitiéndolos
continuamente. Nunca diré frases
inútiles como: “Mi vida es un desastre. Nada
me sale bien. Esto siempre me
pasa a mí. Ya lo arruine todo. Nada va a resultar .Es inútil
esforzarse. Aun cuando a
la gente negativa le está yendo bien nunca reciben con positivismo aquello
bueno de la vida y terminan diciendo: Esta racha de buena suerte durará poco. La felicidad no es para siempre. Me gustaría que todo siempre saliera
bien, pero es imposible. En
cambio la gente de pensamiento positivo, aun cuando esté en crisis, siempre
camina con metas de triunfar y salir adelante, va por la vida con frases muy
diferentes: Todo va a salir bien. Nada es imposible. Tengo fe que todo saldrá a mi favor. La bendición de Dios siempre me
acompaña. Hay que tener
confianza. Hay que esforzarse”
Hablaré palabras de vida, de salud, de prosperidad, de gozo, de paz, de amor,
de provisión, de riquezas, Porque todo
aquello que yo hablé El Señor con gusto me lo dará.
DECLARO QUE AUNQUE TODO VAYA MAL NUNCA VOY A
HUIR
Porque hoy declaro por la fe que este es el tiempo para moverme en la dirección correcta y hacer lo correcto, entrar en el kairos de Dios, vivir los mejores momentos de mi vida, alinearme con la dirección correcta de Dios y subir a la cima del éxito hasta llegar al final. Declaro por la fe que hoy haré las cosas diferentes, por su palabra tiraré la red a la derecha y la sacaré llena de peces, tocaré el borde de su manto y surgirá la sanidad de mi cuerpo, caminaré por su palabra por las aguas y no me hundiré, llamaré su atención para que sane la visión de mis ojos, daré lo que más me cuesta en mi vida, no escatimaré costo alguno con el fin de agradarlo en toda su totalidad, le entregaré los cinco panes y los cinco peces y lo pondré en sus manos porque Él puede multiplicarlo. Declaro por la fe, que dejaré mi parentela para moverme en la dirección de su palabra y creer en esperanza contra esperanza, no dudaré de la promesa aun cuando todavía no se ha cumplido, porque el que prometió es fiel y verdadero. No me debilitaré cuando considere que mis días avanzan, por la fe esperaré el cumplimiento de los tiempos. Declaro por la fe, un año favorable, de manantiales de aguas claras, abundante sabiduría para obedecer, amar, hacer negocios millonarios, con ganancias sin límite, un tiempo en donde lo amargo se convierta en dulce, lo que falta sea añadido, lo torcido se enderece, lo áspero se pula, y así yo pueda ver el camino al lugar Santísimo.
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